S.B.H.A.C.
nº 5 Sociedad Benéfica de Historiadores Aficionados y Creadores (transicion.sbhac.net) |
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Transición sangrienta (1975-1983) |
18.2.- El pacto del olvido. Contra el gobierno Suárez |
18.2.1 Tras el XXX Congreso de la UGT el 15 de abril de 1976, el primero en España tras la guerra. El socialismo y la UGT comenzaron a resurgir, primeramente en los territorios donde siempre habían tenido presencia activa, esto es, Asturias, Vizcaya en la margen izquierda del Nervión, Madrid, Barcelona y Sevilla. El desarrollo fue muy rápido. Felipe se fue desprendiendo del pasado ideológico con habilidad sin que sus bases se lo reprocharan, a la par que miles de nuevos militantes, sin más bagaje que las ganas de cerrar el pasado y modernizar España, que ya era bastante, se enfervorizaban con la labia de Felipe y la garra de Alfonso Guerra. Para las cosas serias de verdad, quedaba Nicolás Redondo, que no quiso ser secretario general en el recién congreso de Francia, decisión que tan grande daño le hizo al país y tan grande favor a los de siempre. En la imagen, mitin del PSOE en Gijón en agosto de 1976. |
18.2.2 En la Huelga de la Construcción de 1976 que duró varias semanas, los trabajadores del sector en Barcelona se manifiestan por la calle Ferrán. 1976 fue el año más conflictivo desde la II República. El movimiento obrero y sus movilizaciones pusieron las bases de una nueva justicia social, que mejoraron sustancialmente los magros derechos laborales que concedía el franquismo. Los empresarios fueron realistas en este aspecto y comprendieron que debían pactar con los sindicatos obreros, legales o no, para regular el sector y rebajar la conflictividad social. |
1) Notas extractadas de "La sombra de Franco en la Transición de Alfredo Grimaldos" Muerte en Almería. 13 de agosto de 1976
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18.2.3 Miembros de los recién legalizados sindicatos CC.OO, UGT, USO y CNT esperan en dependencias ministeriales para celebrar una reunión con la Patronal. Hay muchas caras conocidas, un futuro ministro, líderes sindicales, pero el personaje que más me interesa, es el de la chaqueta de cuero y barba de días con el que milité en las Comisiones de la Construcción en los años de Hierro. Creo que era ferralla como Agustín Moreno, otro líder de la Construcción, además del gran Macario, que a más de héroe de la batalla del Ebro, dirigía las Comisiones de la Construcción de Madrid con habilidad, y hemos de decirlo, con el asesoramiento de los abogados de Atocha. El caso es que no consigo recordar su nombre y eso que sale en el mitin de la película "Tigres de papel". |
2) Notas extractadas de "La sombra de Franco en la Transición de Alfredo Grimaldos" Muerte en Fuenterrabía. 8 de septiembre de 1976
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18.2.4 La Diada de 1976 se celebró no sin cierta tensión entre los partidos catalanes y el nonato gobierno Suárez. Se celebró en Sant Boi de Llobregat y acudieron muchos miles de catalanes, nada parecido con lo que sería la Diada del 77. Pero se trataba de la primera, y era genuina, pues la abanderaban los partidos de la unitaria Asamblea de Catalunya. Este organismo, fue único en España y en este periodo y anteriores todo el mundo envidiaba la unidad de Catalunya. |
3) Notas extractadas de "La sombra de Franco en la Transición de Alfredo Grimaldos" Muerte en La laguna. 22 de septiembre de 1976
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18.2.5 Reportaje de una revista nacional sobre el estudiante Carlos González, muerto en una manifestación en la glorieta de Bilbao a manos de un ultraderechista. Era el 27 de septiembre de 1976. La imagen es del libro de Mariano Sánchez Soler "La Transición sangrienta". |
4) Notas extractadas de "La sombra de Franco en la Transición de Alfredo Grimaldos" Asesinato en Madrid 27 de septiembre de 1976
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18.2.6 En Noviembre de 1976 se celebraba un juicio contra una mujer por adulterio. Las penas pedidas eran tremendas. Seis años de cárcel y cinco millones de pelas de indemnización para el marido. Estas valientes mujeres se presentaron en la Audiencia Provincial de Madrid y le dieron el cante a los jueces. |
18.2.7 10 de diciembre de 1976, Madrid calle Alameda nº 5. Carrillo, harto de ser un clandestino, se planta en España con peluca y da una conferencia de prensa sin peluca con gran satisfacción de su tropa y de los periodistas, que perseguían entonces estas interesantes noticias (ahora parece que persiguen a los idiotas). Total, Martín Villa detiene a Carrillo el 22 de diciembre, se monta el pollo en la Puerta del Sol, lo suelta y tal y cual, y luego, Suárez legaliza el PCE. Y Carrillo y Suárez casi de novios. Santiago Carrillo supo encauzar el Eurocomunismo en el PCE en los setenta, que nada más y nada menos significaba perder el vasallaje del PCUS y navegar por libre. Pero la democracia que el PCE se aplicó a las relaciones internacionales entre partidos comunistas, no quiso nunca aplicarla Carrillo a las relaciones internas. En el fondo seguía siendo un burócrata del centralismo democrático, es decir pura hipocresía en las formas pero el que se mueva la paga. Pero el partido que Carrillo recibió al regresar a España no tenía nada que ver con las estructuras anquilosadas del exterior. Y las cosas fueron de mal en peor, primero se alineó con Suárez tratando de ningunear a Gonzalez, lo que evidentemente era un error estratégico. Después quiso deshacerse de los grupos que el llamaba fraccionales, tal como había hecho en el pasado con Claudin y Semprúm. Pero a base de quitarle tajaditas al queso se fue quedando sin queso. La expulsión en los ochenta de los críticos, con Pilar Bravo y Manuel Azcárate (a la izquierda de Carrillo en la imagen) y otros, dejó al partido sin un importante grupo de luchadores antifranquistas que en el interior tenían mucha más legitimidad que Carrillo, y en el caso de Azcárate (secretario de relaciones internacionales), era de lo mejor que tenía. Con ellos se fueron prácticamente todos los profesionales que tan grandes servicios prestaron al PCE durante la transición, y el partido quedo en pañales: un grupo de burócratas alrededor del Carrillo, y un grupito de pro soviéticos roe que roe. Finalmente, los que habían conservado a Carrillo, se deshicieron de él, y comenzó el principio el fín. Toda esa valiosa gente que finalmente terminaría en el PSOE con mínimas aportaciones dado el cariz del PSOE de González, podía haber aportado a la izquierda comunista, una izquierda comunista ineludiblemente democrática, podría haber aportado, digo, unos máximos de renovación, de inspiración, de explicaciones, que hubieran podido afinar la transición bastante más de lo que fue el pacto Suárez-Carrillo, que dejó al PSOE con un campo de acción que jamás hubiera soñado. Sólo tuvieron que triturar a Suárez y esperar, mientras las migajas del PCE de Carrillo se perdían por debajo de la mesa. El PCE de Carrillo fue pues el actor principal del final del régimen franquista, actor decisivo en el inicio de la transición y secundario tras la irrupción del PSOE con la bendición alemana. Esto no es ninguna broma. Tras la de Portugal, los cuarteles generales de los poderes europeos, OTAN incluida, buscaban el milagro socialdemócrata como forma de apartar al Partido Comunista del poder. Lo de Portugal fue muy humillante para ellos. Y allí estaba Felipe, que con cuatro promesas de fidelidad al tratado recibió el apretón de manos de los barandas socialdemócratas de Europa, en una Europa que se prometía muy feliz, pero que, como ya dijo Anguita toda su vida, era una trampa mortal para los curritos. De modo, queridos lectores, que Alemania puso a Franco en 1936, USA le dio su bendición "fría" en los cincuenta, y Alemania fue decisiva en el transcurrir de nuestra transición apoyando a Felipe, y Alemania es quien diseña hoy nuestra perdición. Tiene bemoles la cosa. |
18.2.8 En la misma conferencia citada, Carrillo enseña el nuevo carné del PCE que se doblaba por el medio y que era un coñazo de llevar en la cartera. Cinco días después se produjo el famoso referéndum donde la oposición antifranquista defendió la abstención. Y se perdió, o eso dijeron porque las cifras eran como en tiempos de Franco y las condiciones democráticas las mismas. Dos días antes en Atocha, mientras cantábamos, "Abstención, Abstención es el grito de la oposición", nos molieron a palos los antidisturbios, entraron en el Diamante y sacaron a la gente de la forma más brutal que uno puede imaginarse. Fue un referéndum sin ninguna garantía democrática, inválido de todas todas, pero que una cosa sí dejo clara, la oposición ni tenía una voz importante en el pueblo español, temeroso, acostumbrado a decir que sí al gobierno y en cierto modo ignorante de las vanguardias democráticas. Sólo en los lugares con fuerte presencia reivindicativa, como Euskadi y áreas industriales y capitalinas del resto del pais, la abstención fue significativa. Era el primer aviso. Suárez 1, demócratas 0. Paliza y muerte en Madrid, sincopes en Sestao y Chirivella. 17 de diciembre, 7 y 9 de enero de 1977 (extractado de "La sombra de Franco en la Transición de Alfredo Grimaldos") El 15 de diciembre, durante una manifestación a favor de la abstención en el referéndum de la Ley de la Reforma Política, es brutalmente apaleado por la policía el joven Angel Almazán Luna. Mientras el presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, y su ministro de la Gobernación, Rodolfo Martín Villa, celebran el éxito del “sí” en la consulta, Angel fallece el día 20 de diciembre, en la Residencia de La Paz, a consecuencia del severo traumatismo craneal que le han provocado los policías. No se realiza ninguna investigación. El 7 de enero, en Chirivella (Valencia), muere José Vicente Casabany durante otra manifestación, también de un ataque al corazón. Tenía 31 años, era trabajador de la empresa Aisina y miembro de CC.OO. La policía reprime duramente a los participantes en su funeral. El 9 de enero, en Sestao (Vizcaya), muere Juan Manuel Iglesias, de 16 años, a consecuencia de una insuficiencia cardiaca producida por el pánico. Varios miembros de la Policía Armada le siguen hasta el interior de un bar donde Juan Manuel intenta refugiarse. En ese momento hay una manifestación pro amnistía y la víctima huye de la carga policial. Su entierro se convierte en una manifestación masiva de duelo y se convoca un huelga general en la que participan cien mil personas. |
5) Notas extractadas de "La sombra de Franco en la Transición de Alfredo Grimaldos" Paliza y muerte en Madrid, sincopes en Sestao y Chirivella. 17 de diciembre, 7 y 9 de enero de 1977
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18.2.9 Para el trabajador en conflicto, Atocha 55, el despacho de abogados laboralistas del PCE, era como un lugar sagrado, espacio de libertad donde uno podía decir lo que le viniera en gana. El local era grande de varias habitaciones al estilo de los pisos del Madrid de los veinte. Las paredes eran amarillas, o así. En la entrada había unos bancos corridos con cojines oscuros, creo recordar. Allí se respiraba bienestar obrero, esa felicidad que consiste en que mentes preclaras y bondadosas se hacen cargo, de lo que tú, simple currito, serías incapaz de hacer frente. Y relajarte y dejar en sus manos honradas y comunistas tu propio destino. No creo que jamás se vuelva a repetir eso en ningún despacho de abogados. Por allí andaba también Dolores Sancho, la viuda de Pedro Patiño, el trabajador de la construcción que la Guardia Civil mató en septiembre de1971 mientras repartía panfletos en un piquete de la huelga de la Construcción (1). Cuando yo fui por primera vez al despacho, fue en el conflicto de la constructora Calpisa de las Rozas, siendo yo militante en las Comisiones de la Construcción, con la banda vallecano-bolchevique que más trabajo le costó al pobre Macario contener. El proceso nos lo llevó Benavides y Montejo Uriol y lo ganamos. Creo recordar que ya existía otro despacho de Comisiones muy cerca en el numero sesenta y tantos. La titular era Manuela Carmena, pero yo sólo la vi una vez de refilón. Cuando me trincaron en el 75 en la jornada nacional de protesta convocada por la Junta democrática, me defendieron de nuevo, Benavides y Nacho Montejo. Nacho tuvo suerte y se salvó de la matanza pues llegó tarde a la reunión del Transporte. Bardem lo cuenta muy bien en "7 días de enero" (2). Joaquín Navarro el líder de Comisiones del Transporte se salvó también, pues se marchó antes. Y así fue como los entregados abogados del PCE corrieron con todas las consecuencias, ellos, que asesoraban a todos los sectores en lucha de la clase trabajadora en el final de franquismo, cargaron con toda la sangre de aquella tarde. Sólo por ser comunistas y abogados laboralistas, que por eso les mataron. Por eso y porque siniestros dirigentes que caminan o caminaban hasta hace poco en completa libertad por nuestras calles, así lo decidieron. Pues la transición la tutelaron antiguos camaradas de los anteriores, y nosotros sólo hicimos que decir que sí a todo, mientras nos mataban a los mejores. FUE UN 24 DE ENERO de 1977 EN MADRID EN LA CALLE ATOCHA, Y EL NUMERO 55. Y FUERON ASESINADOS:
Y HERIDOS:
(2) Aquella semana fue sangrienta. El 23 de enero es asesinado por un grupo fascista el estudiante Arturo Ruiz en una manifestación pro amnistía en la Plaza de España. La noticia se extendió entre los manifestantes, que llenos de ira y coraje no dejaron de expresar su rabia por todas las calles alrededor de la plaza España. Al día siguiente, el 24, el mismo día de la matanza de Atocha, en una manifestación para protestar contra el asesinato de Arturo Ruiz, un policía le dispara un bote de humo a bocajarro a Mª Luz Nájera, que muere al día siguiente.
18.2.9.1 Capilla ardiente de Mariluz Nájera.
18.2.9.2 Pintada en recuerdo de Arturo Ruiz por sus compañeros y militantes de la Joven Guardia Roja. Cuando estando en Carabanchel en 1975, una veintena de estos chicos entraron en prisión, recuerdo que Marcelino y el cabo de la tercera, tuvieron que montarla en la rotonda para que los bocas no los destinaran a donde era preceptivo por su edad, el reformatorio de Carabanchel, que creo recordar estaba entonces en la cuarta. Lo motivos eran obvios. Además, aquellos chicos venían desde la cabeza a los pies hechos un cardenal de las palizas que le habían dado en distintos cuartelillos de la Guardia Civil. Eran tan jóvenes que les llamábamos la Joven Guardería. Los dirigía la valiente Pina López Gay. |
6) Notas extractadas de "La sombra de Franco en la Transición de Alfredo Grimaldos" "Siete días de enero". 23 y 24 de enero de 1977
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18.2.10 Madrid 26 de enero de 1976, 16:30 de la tarde. En un PCE, todavía ilegal, la conmoción por la matanza de Atocha fue brutal. Sin embargo, todo el mundo en el PCE y en la izquierda, comprendió que la provocación estaba servida y que había que enterrar a nuestros camaradas en una demostración de templanza y serenidad. Y así fue. Rosón, ministro de Gobernación a la sazón, autorizó el cortejo desde las Salesas a la calle Génova. La tensión era impresionante, no se oía un alma y sólo puños y puños al paso de los féretros. Algún pequeño grito de rebeldía, era rápidamente acallado sin incidentes por el servicio de orden. Flanqueando a la gente, decenas y decenas de lecheras, autobuses y lanroveres de la policía y también ambulancias. Centenares de periodistas venidos de todo el mundo a la expectativa, pues la tensión era máxima y nadie descartaba una acción brutal de la policía al estilo de la sucedida en Vitoria. Pero ganó el PCE y los camaradas fueron enterrados con una dignidad que no se había visto en Madrid desde la guerra. ¡Y no había más curas que los curas obreros! |
18.2.11 Carrillo estuvo allí, bien protegido por fornidos camaradas. |
18.2.12 Dolorosa contención y puños saludando al paso de los féretros. |
18.2.13 Todos los rojos de Madrid de todos los partidos y de todas las tendencias estuvieron en Colón esa tarde. Desde la Capilla ardiente del Colegio de Abogados hasta la calle Génova. No todos los féretros desfilaron en Madrid, uno de ellos fue requerido por los familiares y enterrado más íntimamente en su lugar de nacimiento. |
18.2.14 El servicio de orden del PCE protegió todo el recorrido de los féretros. No hubo incidentes pese a la masiva afluencia y pese a la masiva, también, presencia de la policía. En el cielo, a la derecha de monumento a Colón, el helicóptero policial. |
18.2.15 Berlinguer, Marchais y Carrillo se dan un apretón de manos en la Cumbre Eurocomunista del 3 de marzo de 1977. Carrillo apretaba el acelerador de su legalización, gozne sobre el que giraban las futuras elecciones democráticas, y que Suárez entendía perfectamente que no se podían retrasar más, sobre todo después de la matanza de Atocha. Al poco de esta conferencia, el día 17 de marzo de 1976, el gobierno promulga la segunda amnistía, pues la primera se había promulgado el 30 de julio de 1976 tras el indulto real del 29 del noviembre de 1975. O sea que iban con cuentagotas. |
7) Notas extractadas de "La sombra de Franco en la Transición de Alfredo Grimaldos" Muerte en Cartagena. 24 de febrero de 1977
Muertes en San Sebastián y Barcelona. 13, 20 y 30 de marzo de 1977
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18.2.16 Líderes comunistas celebran la legalización del PCE en la Semana Santa de 1977 (Sábado). |
18.2.17 En la Transición hubo dos momentos duros para los militantes del PCE en los que fueron puestos a prueba: La detención de Carrillo, con la manifestación en la puerta del Sol, donde fueron literalmente machacados por orden de Martín Villa y el entierro de los abogados de Atocha, donde no se pudo ni expresar un lamento para no provocar a la policía. Pero hubo un día bueno, la legalización del PCE el Sábado de la Semana Santa de 1977. Los militantes dieron la turra a todo Madrid desde que se supo la noticia. Pero nadie protestó, ni siquiera los fachas sacaron las pezuñas, los cuernos y el rabo. Estaban impresionados desde lo de Atocha y rumiaban su venganza. En la imagen, jóvenes militantes de este partido pasan por delante de la Capitanía General en Madrid con su banderas desplegadas. |
18.2.18 Cartel para anunciar la convocatoria del 1 de Mayo de 1977 |
18.2.19 Suárez no pudo o no quiso legalizar la manifestación del 1 de mayo de 1977. Acaba de legalizar el PCE, acababa de legalizar los sindicatos y había miedo a una gran manifestación popular que pudiera desmandarse. Ya se sabe el eterno miedo de la reacción a más de tres obreros reunidos. Pese a la prohibición, en Madrid, los sindicatos mantuvieron las convocatorias. Comisiones y UGT lo hicieron esta vez en Vallecas, y Atocha quedó para la izquierda más radical. La zona estaba tomada desde primera hora y fue muy difícil reunirse en grupos, pero aún así se hizo. Decenas de pequeños saltos de cien o doscientas personas en uno y otro lugar de la zona, demostraron la capacidad de movilización de los sindicatos, incluso en las condiciones más adversas. La policía zurró de lo lindo, esposaron a los detenidos a los árboles de la Avenida de la Albufera, dejándolos en manos de los ultraderechistas que como tropas auxiliares de la legiones romanas, cooperaban sin ningún pudor en apalizar a los españolitos que tenían la osadía de desafiar a Martín Villa y similares. Las carreras y los contragolpes de los manifestantes se sucedieron por Martínez de la Riva, Arroyo del Olivar, y Carlos Martín Álvarez entre las pelotas de goma y los botes de humo. Y aquello sólo acabó cuando nos fuimos a comer y a emborracharnos como todos los unos de mayo desde 1970. Las protestas se sucedieron con la misma intensidad en todas las grandes capitales de España. |
18.2.20 Euskadi, siempre se llevó la peor parte de la represión franquista. El indulto del 75 y las dos leyes de Amnistía de 1977 no habían resuelto el problema de los presos políticos en Álava, Guipúzcoa, Vizcaya y Navarra. Las Gestoras pro Amnistía ya habían convocado una primera semana pro-amnistía el 28 de febrero que no había provocado muertos pese a la dura represión. Convocadas las elecciones generales para el 15 de junio de 1977 por el gobierno Suárez, todas las fuerzas políticas vascas, comprendieron que aquellas elecciones no tendrían legitimidad en Euskadi mientras los presos no regresaran a casa. Pero la situación en Euskadi era complejísima en ese periodo con varios grupos de Eta de muy distinta perspectiva, varios partidos nacionalistas, en la misma tesitura, más, los sindicatos nacionales y partidos de oposición como el PSOE, PCE y la extrema izquierda no nacionalista. Euskadi era un mosaico político muy difícil de asumir, de liderazgos diseminados y donde ya las distancias y las barreras jugaban papeles decisorios en la lucha por el retorno a la democracia. En abril, el conocido líder nacionalista Telesforo Monzón, héroe de la Guerra Civil y del antifranquismo pretendió formar un frente nacionalista en una reunión celebrada en Francia. De esta reunión salió la convocatoria de otra semana pro-amnistía total para el 7 de mayo. La semana se inició bien con respuesta generalizada y práctica huelga general. Pero las fuerzas represivas que vivían una situación diabólica encerradas en sus cuarteles, completamente alineadas del pueblo, como dijo Diario 16, sabiéndose fuerzas de ocupación y sabiéndose también odiadas por todo el mundo, se emplearon con una fuerza y un desatino que inició una cadena de muertes y sucesos desproporcionados. En las ciudades y pueblos del país vasco, los policías y guardias civiles disparaban botes de humo a las viviendas indiscriminadamente, apaleaban a todo bicho viviente en un escenario dantesco al que la población sólo podía responder con gritos y carreras, y lo peor, como en Vitoria en el 76, abrían fuego real sin ninguna prudencia. Casos se dieron en que impidieron el paso de ambulancias para recoger heridos, vamos como las SS en la Francia ocupada. El resultado de una terrible semana de lucha fue:
18.2.20.1 Algo que nunca se pudo conseguir. |
18.2.21 Pasionaria, la mujer española luchadora por antonomasia, regreso con su hija Amaya, el 14 de mayo de 1977. Tenía 80 años, y presidió la mesa de edad en el primer parlamento de la monarquía. Sí que tuvo que ser fuerte para algunos. |
18.2.22 Y llegaron las elecciones de junio de 1977 donde la izquierda obtuvo unos resultados relativamente pobres pero esperanzadores, y donde el país, demostró, eso sí, con claridad, lo poco que le importaba la dura lucha de los militantes comunistas y de otras formaciones a su izquierda. Fue el segundo aviso. Los franquistas reformistas, çe ta dire, UCD, sacaron 166 escaños, bueno, algo es algo, eran menos que los que tenía en las cortes franquistas. Los socialistas, ex-marxistas, ex-todo, sacaron 118, y se frotaron las manos, esto lo doblo yo, pensó González en un par de legislaturas, como así fue. Carrillo, el PCE que le quedaba a Carrillo después de echar a todos los que le molestaban, sacó 20 diputados. Eso no era nada, después de pasarse 40 años luchando a sangre y fuego y pasarse al eurocomunismo. Gran sorpresa. en vez del esperado 26% de votos, sólo salió el 9,4%. No fue como en Italia, fue como en España. La población tenía miedo a los falangistas, con motivo, y a los comunistas, por lo que les decía el franquismo que les iban a hacer en cuanto llegaran. Los franquistas puros de Fraga sacaron menos que el PCE, sólo 16 escaños. Ese fue el único consuelo para la izquierda. Y todos los avispados sacaron billetes para el tren del PSOE que tenía las tres tradicionales clases de la RENFE. El porvenir tenía nombre de protagonista de una zarzuela. ¡Felipe! En la imagen, Suárez saluda a Dolores en las Cortes al poco de las primeras elecciones. La imagen era insólita entonces, un ex-franquista reformista le da la mano al propio demonio, según ellos mismos, que en un instante va a presidir la mesa de edad de las primeras Cortes democráticas de la monarquía parlamentaria. |
18.2.23 La Diada de 1977 reunió a un millón de catalanes. Era la mayor manifestación celebrada en Barcelona desde el entierro de Durruti. Aunque el lema de la concentración fue el mismo de la de 1976, la Asamblea de Cataluña ya no convocó, aunque dio igual, pues todos los partidos catalanes lo hicieron presurosos. Tarradellas no pudo tener mejor alfombra "roja" para su regreso un mes y pico después. En las cargas policiales posteriores al acto, esa noche resultó alcanzado en la cabeza por un disparo de pelotas de goma, Carlos Gustavo Frecher Solana, muriendo días después. Ecuación General de la Transición para cualquier sitio y lugar de la España posfranquista: Manifestación + Grises = Ciudadanos muertos y heridos. |
18.2.24 Nada era ajeno a la efervescencia que vivía el país tras la muerte de Franco, y la gran esperanza que acometía a los ciudadanos pese a los mazados de la ultraderecha cavernícola, el bunker, que se decía. Los presos comunes, que atravesaban unas condiciones deplorables, se organizaron en una coordinadora llamada COPEL e iniciaron una serie de reivindicaciones que terminaron en motines. La principal reivindicación de estos presos era la Amnistía, que a ellos no les había afectado (sólo el indulto), y después las terribles condiciones de vida en las prisiones (después serían aún peores) |
18.2.25 La revista satírica El Papus era muy combativa contra el terrorismo fascista. El 20 de septiembre de 1977 elementos de la camada negra, mandaron un paquete-bomba a sus instalaciones que provocaron la muerte del trabajador Joan Peñalver y heridas de consideración a diecisiete personas. La investigación policial y el juicio levantaron muchas críticas en los medios judiciales progresistas. |
8) Notas extractadas de "La sombra de Franco en la Transición de Alfredo Grimaldos" Atentado de la revista El Papus. 20 septiembre de 1977
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18.2.26 La paradoja del gobierno Suárez era que quería desmontar administrativamente el Estado franquista, sin tocar nada fundamental hasta la redacción de una Constitución. Así que pidió ayuda a todos los partidos recién salidos de las urnas para pactar unos acuerdos de mínimos que dieran alguna posibilidad a las reformas elementales que había que hacer para que el régimen zombi ex-franquista (muerto viviente) saliera del marasmo social y económico. Suárez fue muy hábil y sedujo a casi todos, y el ciclo económico mejoró por la confianza que les daba a los agentes económicos saber que todos estaban por la labor de reformar poco a poco y sin veleidades. El acuerdo se firmo en octubre de 1977. |
9) Notas extractadas de "La sombra de Franco en la Transición de Alfredo Grimaldos" Muerte en Alicante. 6 de octubre de 1977
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18.2.27 La Constitución puso en palabras rimbombantes lo que completaba los pactos de la Moncloa. El PSOE se hizo el duro durante meses con aquello de aceptar como forma de gobierno la Monarquía parlamentaria. El tira y afloja duró desde agosto de 1977 hasta diciembre de 1978. Los historiadores dicen que la Constitución de 1978 es de carácter progresista, por aquello de que en la historia de España, las constituciones se fueron alternando el tono conservador y el progresista. En realidad la Constitución era el triunfo de la monarquía Juancarlista y del estado de las autonomías que se inventó la derecha. El resto quedó bastante alejado de lo que se esperaba. En letras todo muy bonito, venga derechos, venga división de poderes y venga cuentos chinos. La realidad ha demostrado que los españoles están indefensos antes estos poderes, especialmente el ejecutivo y el judicial. Que se pueden hacer las mayores guarradas legales sin que a la Constitución le duela una sola muela. En definitiva lo que ya había, que el estado posfranquista se había organizado alrededor de una monarquía parlamentaria de poquísimo calado democrático al no haber sido desmontado el régimen anterior. Y que el Estado centralista estaba dispuesto a pactar con las burguesías regionales el reparto del poder para de este modo conseguir que las verdaderas naciones que convivían en España quedaran completamente desdibujadas. Mal que todavía nos persigue. La demostración de lo que decimos, es que bien pronto la derecha más reaccionaria aliada con la derecha tradicional comprendió que debía apoderarse de estos símbolos, Bandera y Constitución para mantener el estado de siempre. La izquierda, pese a lo que parecía, no sólo renunció oficialmente a la República como forma de gobierno, sino que en manos de Felipe González renunciaría a un verdadero Estado Social y de Derecho para caer, de la mano de Alemania, nuestro factotum de siempre, en el pelotazo económico y las ayudas de la Comunidad Económica Europea. Luego la burbuja inmobiliaria con Aznar, y finalmente el desastre financiero con Zapatero y Rajoy en una España industrialmente desmantelada por todos y cada uno de los gobiernos que se sucedieron (1). Las cuestiones verdaderamente importantes, las que afectan a la felicidad y a los derechos socio-laborales de la gente, van y vienen según gobiernos, y en el trajín van perdiendo pedacitos hasta quedarse en una pura mierda de sociedad con no sé cuantas TDT´s dando por saco, una juventud en paro y grandes masas de jóvenes alienados por los panes y circos de nuestro tiempo, el fútbol y lo que es peor el botellón. Cuando salgo por las mañanas a trabajar a horas tempranas, los grupos de borrachos vocingleros, son, que la diosa Razón me asista, son de nuestros estudiantes. (1) El último ejemplo de esto es esclarecedor. Alemania obligó a Zapatero a abandonar a nuestro sector de energías renovables, simplemente porque éramos punteros y les hacíamos la competencia. Como lo lee. Por ello, varios de nuestros ex-presidentes se retiran con grandes puestos y más grandes sueldos en las compañías que de verdad manejan el cotarro. Ya se sabe, servicios prestados. Deplorable. |
18.2.28 En el XXVII Congreso del PSOE celebrado en diciembre de 1976, Pedro Mansilla, militante del incipiente PSOE, arrancó algunos aplausos cuando terminando una de las sesiones se dirigió al escenario con una bandera republicana en la mano. A González y compañía no les hizo ninguna gracia y el gesto no se repetiría jamás. Viene a colación esta imagen para señalar lo que significaron los años más duros de la Transición para la gente. Los pactos de la Moncloa, los pactos ocultos entre unos y otros, la propia Constitución, sólo eran el implícito pacto del pasado que recordar no quiero, "el pacto del olvido" (1), que significaba la última derrota de la II República y de todas las victimas del franquismo. Y así, lo firmaran o no, este pacto fue muy sencillo pues se jugó entre franquistas arrepentidos, hijos de franquistas metidos en partidos supuestamente de izquierda y Carrillo y su corte. Desde luego que no había fuerzas para romper con el franquismo, liquidar el régimen y hacer justicia. Pero es que además, nadie estaba por esta labor, ni América, ni Europa, ni Felipe, ni Carrillo, Y de Suárez para la derecha no digamos. Es más, la remota posibilidad de que esto fuera posible aterraba tanto a los franquistas como a la embajada americana y a la alemana. ¿Que podíamos haber hecho, entonces? Pues no tener tantas ganas de pillar cacho, mantener las movilizaciones y las reivindicaciones y dejar que el pueblo y las vanguardias aprendieran a conocerse de nuevo sin ceder en lo fundamental, con paciencia, hasta que el régimen se rompiera por donde parecía más fuerte, sus fuerzas armadas, como en Portugal. Aquella juventud urbana de mediados de los setenta, entre los que me encontraba, era la masa donde se podría haber cocido el pan del verdadero cambio. Mientras tanto vino la droga, (o la trajeron). Un ejemplo, en 1976, la Juventudes Comunistas del Pozo-Entrevías contaban con más de 200 miembros. Año y medio después, quedaban 10 militantes. Y nadie a la izquierda del PCE, (PTE, ORT, MCE, etc...) Pero eso sí, ETA y GRAPO hasta en la sopa todo el día. Bien nos fastidiaron a la izquierda los de ETA y los del GRAPO, que sin entrar en quien los manejaba, dejaron a la izquierda completamente paralizada y sin espacio político. A nadie ha beneficiado tanto políticamente ETA, como a la derecha franquista española. (1) Hay que olvidar el pasado y pasar página decían desde los sesenta los franquistas. Claro, lo que había que olvidar eran sus crímenes. |
10) Notas extractadas de "La sombra de Franco en la Transición de Alfredo Grimaldos" Crimen de Málaga. 4 de diciembre de 1977
Muerte en Tenerife. 13 de diciembre de 1977
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18.2.29 Julio Anguita ha sido el político español de la transición más coherente, más honrado y más de izquierdas. A veces se nos hacía un poco pesado, bobos de nosotros, Anguita fue, más que un califa, un profeta, pues ya nos dijo en 1976, lo que nos iba a pasar si entrábamos en el Mercado Común, y de hacerlo, lo que iba a pasar con el tratado de Maastricht, y de firmarlo, y lo que iba a pasar con el Euro. Y acertó en todo, el jodío. |
18.2.30 El 1 de mayo de 1978, el gobierno Suárez por fin autorizó la manifestación, que fue unitaria y también hábilmente utilizada por los políticos en ciernes, y donde el más importante no tardaría al poco de llegar al poder de olvidarse de esta imagen para iniciar recortes, reconversiones y cierres, según le ordenaba Alemania y luego la CEE. Por lo que respecta a la manifestación, todo un exitazo. |